SANTA MARIA DELLA SALUTE
AUTOR: BALDASSARE LONGHENA (1598-1682)
CRONOLOGÍA: 1631-1687.
ESTILO: BARROCO ITALIANO
MATERIALES UTILIZADOS: PIEDRA GRIS, BAÑO DE CAL EN PAREDES Y
HUECOS Y EN LA CUPULA PLOMO SOBRE MADERA.
LOCALIZACIÓN: VENECIA.
Descripción: En 1630, a fin de
invocar la extinción de la peste que estaba diezmando en un 30% la población de
Venecia, el Senado de la República convocó un concurso público para construir
una basílica dedicada a la Virgen. Se presentaron once proyectos y el Senado
veneciano no dudó en elegir el de Longhena, que ideó una solución espectacular,
imponente y escenográfica, ubicada en la boca del Gran Canal, frente al malecón
de San Marco y dentro de una intima interrelación monumental con San Giorgio
Maggiore de Palladio y de la plaza de San Marco.
En esta construcción se van a
conjuntar una rica arquitectura de acusados volúmenes, poderosa carga
decorativa y suntuosidad en los materiales que había practicado Sansovino; la
coherencia y sencillez en la disposición de los órdenes de Palladio y el gusto
de Scamozzi, el inmediato maestro de Longhena.
El edificio de planta
centralizada, está formado por tres espacios fundamentales: primero la nave
central en forma de octógono, la dedicada a los fieles, está cubierta por una
majestuosa cúpula, típicamente veneciana coronada por una pequeña linterna y enlazada
al tambor por medio de estribos con adornos de grandes y enrolladas volutas.
Este núcleo central tiene un
deambulatorio que le rodea, donde se abren seis capillas rectangulares que se
proyectan al exterior y se iluminan con lunetos semicirculares de dos
parteluces y se cierran con un frontón triangular, todo ello visible
exteriormente.
En segundo lugar nos encontramos
con otra nave cuadrada con dos exedras semicirculares en los lados laterales,
donde se encuentra el Altar Mayor con una escultura de la Virgen con el niño,
que simboliza la salud y fue llevada por Francesco Morosini desde la isla de
Creta cuando se perdió a favor de los turcos. Esta nave donde se encuentra el
altar mayor se cierra con una segunda cúpula de menor tamaño. Y por último, una
tercera estancia, el coro rectangular, separado de la segunda nave por un arco
que descansa en pares de columnas exentas, entre las que se alza el enorme
Altar Mayor.
En
el interior el efecto lumínico es magnífico, gracias a las dimensiones de la
cúpula, pero también por los ventanales que se abren junto al tambor, lo que
además consigue reforzar el efecto centralizador de la planta, porque la luz es
diáfana en el centro del edificio, para difuminarse en el deambulatorio,
volviendo a resurgir en la Capilla del Altar Mayor por efecto de la segunda
cúpula.
Desde la entrada de la Iglesia
las columnas y el arco que enmarcan el Altar Mayor están situados en el campo
de visión, siendo el espectador dirigido por medio de una serie de arcos, uno
detrás de otro desde el octógono a la segunda estancia, al Altar y por último
el coro y así a pesar del aislamiento de las distintas estancias se produce una
progresión escénica a lo largo del eje longitudinal apareciendo perspectivas
claramente definidas una detrás de otra como bastidores de un decorado, es
decir, Longhene unifica espacios separados por recursos ópticos.
En el exterior la imagen es
también espectacular, en primer lugar por la situación del templo a orillas del
Gran Canal con las escaleras bajando al agua y dispuestas poligonalmente de
manera original para que detengan el agua por todos los lados. La portada sigue
el modelo de los arcos de triunfo, enmarcado por columnas y hornacinas y
rematado en un frontón triangular. Además las dos capillas que quedan a cada
lado del arco triunfal llevan un tratamiento más rico que las otras cuatro, son
tratadas como pequeñas fachadas de iglesias, con nichos y esculturas.